En Jujuy, la carne aumentó entre 3% a 10% en 3 semanas
Para algunos afectó el incremento en la tarifa de energía. Coinciden en que el consumo bajó y se compra por montos.
En la última semana el precio de la carne en Jujuy también se vio afectado tanto por el incremento de las tarifas de servicios públicos y la corrida del dólar con lo cual se trasladó al consumidor. Si bien es dispar, de entre 3% a 10% en la última semana, afectó al consumo de los jujeños que está disminuyendo. Es que las carnicerías se vieron afectadas por la suba de tarifas de servicios públicos.
"La carne llegó con un aumento casi de un 3% que lastimosamente ya se tiene que trasladar a la góndola porque es la tercera semana que viene subiendo paulatinamente. Venía subiendo un total de casi un 7,5%", explicó Julio Mealla, propietario de una carnicería ubicada en la avenida Almirante Brown, al responder en un recorrido realizado por El Tribuno de Jujuy a carnicerías y mercados.
Para el empresario el impacto de las medidas económicas recientes se tuvo que trasladar al consumidor y el consumo cayó un 20% tanto para la gente que compra a diario como en restaurantes y hoteles que proveen. "La gente compra según la plata que tienen, ya no piden un kilo sino piden "dame 50 pesos o 100 pesos porque no tengo más', es rara la persona que dice dame un kilo de esto, normalmente es por la plata que tienen", dijo y precisó que lo que más bajó fue la venta del asado que estimó "se ha hecho un producto prácticamente exclusivo por los precios que tiene".
Uno de los factores que afectó fue el incremento de las tarifas de servicios públicos. En su caso pasó de pagar una boleta de luz por 10 mil pesos a una de 18 mil pesos, por lo que aseguró que le complicó el panorama ya que afecta el costo de trabajo de la gente que trabaja con él.
En el mercado central la sensación fue la misma. "Subió un 10%, ayer (por el jueves) recibí con ese precio. La gente antes llevaba un kilo ahora lleva medio o tres cuartos, ahora que está haciendo frío llevan para hacer locrito, un guisito, buscando siempre la economía", precisó Reynaldo Chávez, del Mercado Central. Es que los cortes de nalga pasaron de 200 pesos el kilo a 215, cuadrada a 190 pesos; paleta a 170 pesos.
En tanto, para Rosa de Jerez también del Mercado Central esta semana volvió a subir la carne dos a tres pesos por kilo dependiendo del frigorífico. Es que paga por media res alrededor de 9.500 pesos, dependiendo del peso, por lo que para el cliente sería cerca de 10%. Explicó que se vende de todo y que bajan las ventas algunos días, sin embargo dijo que el consumo se mantuvo. En su caso comercializa la nalga a $210 el kilo y el asado a 198 el kilo.
En otra carnicería de la zona de la vieja terminal, explicaron que no aumentaron desde fines del año pasado, sin embargo y pese a que los precios son mucho más bajos que los del casco céntrico aseguran que bajó el consumo. "Desde el año pasado ha bajado un montón las ventas, debe haber bajado un 50% de lo que vendíamos, es que cada año es menor la venta. La gente compra menos cantidad, antes el domingo era asado, ahora optan por los blandos, el pollo, cerdo", afirmó el vendedor que no quiso identificarse.
Allí los precios son más bajos, y es que venden los blandos especiales a 135 pesos, el asado desde 85 a 140 pesos el kilo, embutidos a 90 pesos, matambre a 79, costilla a 79 pesos y el cerdo a 90.
El cerdo, pollo y el cordero
Una de las alternativas a la carne de vaca es la de cerdo, y en este sentido una carnicería especializada de calle José de la Iglesia explicó que si bien en la última semana no hubo aumentos de precios, el incremento se dio hace un mes de entre 19 al 27 %. Es que detalló que la costilla de 125 pesos el kilo pasó a costar 159 pesos; y la costeleta que estaba a 105 a 125 pesos, siendo el proveedor el mismo propietario que produce la carne.
Acerca del consumo, Marcelo, uno de los vendedores, explicó que se trata de un consumo que no es alternativo sino que el 70 % de sus clientes son habituales y adquieren siempre diversos cortes, y el fin de semana llevan asado.
En el caso de la venta de carne de cordero y llama, tampoco registraron incrementos de precios, y coincidentemente se trata de proveedores de la localidad de Santa Catalina de esta provincia. Explicó que no hubo incrementos pero estimó que si aumenta la nafta es seguro que se verá un incremento. “Ha bajado mucho la venta, por lo general se mantenía pero hace dos meses que bajó”, precisó Miguel Maidana quien posee un puesto de venta en el Mercado Central. El precio del kilo de cordero está entre 130 a 170 pesos el kilo, y la llama a 140.
En tanto, el kilo de pollo tiene un precio fluctuante al ser de los que más se consumen en el mercado central bajó de 52 el kilo a 50 pesos, producidos en Palpalá y San Antonio. “Se vende más por el precio de la carne”, dijo Carmen Escobar. El bife a $ 140, muslo y pierna de 75 a 90 y milanesa 110 pesos el kilo.
“Estamos ante un consumo superlativo”, dice la Fifra
“Si bien esa situación en particular le da un efecto de competitividad artificial, no tiene efecto alguno sobre el mercado doméstico que viene por detrás de la inflación. Estamos en un período donde mayor cantidad de carnes el consumidor puede adquirir en relación al salario promedio”, afirmó Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Regionales (Fifra).
Según el estudio del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), el gasto anualizado en salarios de todas las carnes, del 110 kilos por habitantes está en torno al 4 % y en 2017 y primeros 4 meses del 2018 el porcentaje está en torno al 3,1 %. “Está muy accesible al consumidor, con el salario el consumidor puede comprar más cantidad de kilos que antes”, explicó. Sin embargo, dijo que la cadena está absorbiendo mayores costos (tarifas), pero estimó que el mercado se acomodará y habrá un aumento en el segundo semestre ya que hoy hay oferta ganadera suficiente para sostener los precios. Reconoció que viene moviéndose entre 1 y 2 % pero estimó que va detrás de la inflación y no es significativo el aumento medido en forma interanual, asumiendo que está entre 5 a 7 % por debajo del índice de inflación anualizado.
“Estamos ante un consumo superlativo, cerca de 120 kilos de consumo de todas las carnes; casi 58 de carne vacuna; 45 kilos de pollo; 15 a 17 de cerdo. Es positivo porque permite el crecimiento de todas las carnes”. El mayor tipo de cambio favoreció las exportaciones y mejora la competitividad.